QUIEN NUNCA HAYA SENTIDO esa necesidad urgente, casi fisiológica, de venganza, es porque probablemente nunca le haya pasado nada muy, muy fuerte. El honor es una cosa de hombre-hombre, las y los que no lo somos, tenemos simplemente nuestra dignidad. No será la obligación/deber impulsada por algún código cultural/religioso/patriarcal que nos haga responder violentamente a la ofensa, sino la sed de la venganza, una venganza pura y natural que nace directamente en las venas, sin pasar por los moldes de éticas o ideas.
Este folleto se trata de la prostitución forzada, de ese enorme negocio que se extiende por todo el planeta.
No se describe nada extraordinario. Se trata de la regla y no de una excepción. La regla, el canon del moderno matadero capitalista que se representa siempre del mismo modo: la fábrica, el prostíbulo, la cárcel, el campamento militar...
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